EL RÍO XINGÚ Y LAS NARRATIVAS ECOLÓGICAS

Un documental sobre el río Xingú, las represas y la justicia ecológica muestra cómo distintas narrativas se ponen en juego en el debate ambiental.

Hay ideas que son como estallidos, emergen con fuerza a las superficies causando estremecimientos, toman protagonismo y ahí se quedan. No de una forma sutil como sobrevolando, sino que se vuelven omnipresentes, insistentes, perseveran generando preguntas, reflexiones, diálogos, trastocamientos de lo dado.

Una de esas ideas es cómo en “lo ambiental” se ponen en juego tantas narrativas diferentes. Nudos entrelazados de conceptos, imágenes y sentidos múltiples, cuyo núcleo problemático -por así decirlo- es que no tienen un sentido unívoco y se asocian a diversidad de ideas y prácticas, como constelaciones de estrellas que conforman el universo pero que a diferencia de los órdenes estelares, son mucho más dinámicas, circunstanciales y dependen de la sociabilidad humana para significar. Como las supernovas, aunque parezcan eternas, nunca existen en equilibrio.

Por ejemplo, desde este espacio se ha reflexionado bastante sobre la cuestión vincular. Acuerpades en nuestros espacios militantes, activistas, académicos, profesionales, experienciales y desde diversas teorías también. Somos bastante (o intentamos serlo) conscientes de que lo colectivo, el entramado espacio-temporal de elementos vivos y no vivos, las historias, las ideas y las relaciones entre estos elementos, producen conjuntos significantes, que devienen de ciertas maneras y que habilitan modos de ser, muchos diferentes, pero no equivalentes ni equitativos.

Vamos a zambullirnos en el problema directamente, al agua, vamos a hablar de cine!

 

XINGÚ, EL RÍO QUE NOS LATE DENTRO

 

“Mirar desde afuera y ver volúmenes y números. Ver desde adentro es ver un universo”

En menos de cuatro minutos este film, presentado en el último FINCA, expone la lucha por la Justicia ambiental en la Amazonía a través de dos narrativas opuestas sobre el río Xingú, un río brasilero tributario del Amazonas que recorre los estados de Mato Grosso y Pará. Por un lado, una empresa que extrae energía al represarlo y sólo lo ve en términos de control y aprovechamiento. Por el otro, la idea de sincronía entre el hábitat de comunidades humanas, flora y fauna, que han co-evolucionado con el río, cuyos pulsos sostienen el sistema ecológico y social. 

Las aguas de la vuelta grande del río Xingú bañan los territorios de pueblos indígenas y ribeirinhos, asociados al río y la selva, portadores de saberes tradicionales ligados a ese ecosistema. Viven el pulso del río. Pero sus vidas están en riesgo ya que la empresa Norte Energía puso en marcha el “hidrograma de consenso” -que consiste disminuir el caudal del río por el funcionamiento de la represa de Belo Monte-, afectando procesos ecológicos y sociales interdependientes y sin la participación de las comunidades. Esta acción será entonces re-definida por los pueblos como “hidrograma de conflicto”.

En ese puñado de minutos se expone una cuestión urgente, tan importante como difícil. ¿Cómo damos la lucha por la justicia ambiental sin ‘traicionar’ nuestras propias narrativas, sin caer en la trampa de la lengua dominante? Nos referimos a hacer valer nuestros lenguajes diversos y formas de comprensión que no son las hegemónicas del mundo occidental capitalista, que privilegia la razón instrumental, el lenguaje frío y exacto de los números y los valores monetarios. Cómo hablar sobre otros significados, afectos, universos múltiples, cosmovisiones y metáforas, constelaciones significantes que nos permiten construir otros modos de vida y de vínculos.

“Quien mira el río desde afuera sólo por los números no entiende la sincronía perfecta entre el agua, la selva y sus pueblos”

 


UN TSUNAMI PARA CAMBIARLO TODO

 

El lenguaje es un arma poderosa. Permite tanto reproducir las estructuras simbólicas como derrumbarlas, posibilitando la creación y emergencia de nuevas ideas que permiten cambios. Por eso también, otra consecuencia del avance extractivista es la ideología que encarnan; el mito del “progreso”, entendido como el enriquecimiento lícito de las empresas pero también como promesa del “derrame” de riquezas sobre los pueblos donde estos proyectos se asientan. El progreso es significado y valorado en tanto capacidad de crear capital y consumo.

En la película lo que se está mostrando es cómo se oponen -mediados por evidentes desigualdades de poder y alianzas- dos formas antagónicas de estar en el mundo. 

Por un lado el ‘progreso’ representado por el hombre blanco burgués-empresario occidental, encarnación de la virilidad dominante, capaz de transformar los ciclos naturales en energía aprovechable (y acá vale preguntarse aprovechar por quiénes y para qué), que considera a todo lo que no se corresponda a su imagen universal de humanidad como ontológicamente inferior y a disposición; el ecosistema del río Xingú con todos sus habitantes, tanto humanos como no humanos. ¿No es eso lo que encarna Bolsonaro cuando vocifera constantemente discursos homofóbicos y violentos, el “orden y progreso” llevado al límite, para quien toda otra forma de socialidad o diferencia es considerada “comunismo” y convertida en enemigo, eliminada sin piedad?

Por otro lado tenemos la narrativa de los pueblos originarios, como los Juruna, que habitan el ecosistema siendo parte del mismo, conociendo sus ciclos y aprendiendo cómo vivir de acuerdo a ellos. Un punto central es cómo estos pobladores se apropian de las herramientas de la ciencia moderna y sus lenguajes (como el cine), pero también los métodos de monitoreo del río, para ponerlos al servicio de la comunidad y el bien común. A través del trabajo colectivo que combina distintos saberes, protegen la vida y su reproducción, cuidando de su Naturaleza con la prioridad puesta en los vínculos entre sus seres y su interdependencia.

Tenemos por delante grandes desafíos si queremos seguir viviendo en este planeta. Esta es una invitación a pensar colectivamente formas de recuperar nuestro tiempo libre e improductivo, y fundamentalmente, cómo podemos potenciar nuestras propias narrativas ambientales, alternativas, interseccionales -aliadas al antipatriarcado y al antirracismo-, y utilizar los distintos conocimientos de forma ética para crear mundos alternativos posibles y capaces de confrontar y quebrar al discurso hegemónico del “progreso”.

 

 

Xingu, o rio que pulsa em nós: https://www.youtube.com/watch?v=fh1mwlwOzLw

Realización colectiva de la Associação Yudjá Mïratu da Volta Grande do Xingu (Aymix), el Instituto Socioambiental (ISA) y la Universidade Federal do Pará (UFPA). Más información: https://xingumais.org.br/parceiro/aymix?id=477

Un espacio colectivo de difusión, reflexión y debate.

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