Varios arroyos circulan enterrados y entubados en la ciudad de Buenos Aires. En algún momento corrían libres y las calles y trazas convivían con ellos, adaptándose a los contornos de sus canales y haciendo uso de los mismos en forma recreativa.
Varios arroyos circulan enterrados y entubados en la ciudad de Buenos Aires. En algún momento corrían libres y las calles y trazas convivían con ellos, adaptándose a los contornos de sus canales y haciendo uso de los mismos en forma recreativa.