Alegría que rima con anarquía y cuya A es de amistad (una amistad inclusiva, claro está). Ética amatoria del deseo libertario y las afectaciones libres y alegres
El día del amigo se festeja el 20 de julio porque, se supone, es el aniversario en que el hombre llegó a la luna. EL HOMBRE. Ni la mujer ni el animal llegaron a la luna, claro. “Te bajo la luna”, no gracias, dejála ahí que ahí está bien, acá no la necesitamos, como tampoco necesitamos a nadie que haga nada por nosotras. ¿Existe la amistad si no hay reciprocidad?
“Los chimpancés confían en sus amigos”, así lo determina un estudio que buscaba entender qué hacían los chimpancés cuando les ofrecían comida en compañía de un “amigo” o un “no tan amigo”; la conclusión: confían más en su amigo.
“En lugar de basar su decisión de confiar en cálculos estratégicos a corto plazo sobre la reciprocidad, los chimpancés pueden experimentar la confianza en un socio al que se sienten estrechamente unidos como emocionalmente gratificante. En ese caso, la confianza sirve como mecanismo para mantener y reforzar las relaciones que más valoran”
Confiar. Algo así como esperar que le otre actúe como esperamos, aún cuando ese otre no sabe exactamente qué esperamos, suponiendo que estamos de alguna forma, sintonizados (compartiendo un horizonte simbólico y un horizonte de expectativas común) y que ese pacto tácito se sostendrá. Pero esas expectativas no existen sobre la nada, sino que están ancladas en un sistema social que prescribe modos y formas de actuar.
También los gorilas, ahora se descubrió, forman sociedades muy complejas, en las que forman amistades muy duraderas, incluso cuando esos amigos no son parientes de sangre. Un amigo es como un pariente que elegís, te dicen. ¿Hay que elegir ser amigo de parientes, es una obligación? ¿Les amigues se eligen, se encuentran, están destinados a unirse? Cómo funciona ese misterio que nos une, a veces para siempre, a veces fugazmente… y si una amistad es traicionada o rota, eso sí que duele.
Quizá la amistad y el afecto entre primates no debería sorprendernos tanto, ya que les humanes compartimos raíces evolutivas con ellos. Pero ¿qué sucede con otros animales, que a priori, son bien diferentes a nosotres? Otro experimento comprobó que las hembras de una especie monógama de peces se deprimía y mostraba conductas pesimistas cuando la separaban de sus machos favoritos.
¿Es la amistad una forma compleja de sociabilidad reservada solamente a les humanes? No somos una especie única y especial. Y ni siquiera todes les humanes son capaces de amistad. ¿Qué requiere la amistad? ¿Qué es la amistad?
Para Ferrer “La afinidad es el sustrato social del anarquismo, pero un horizonte más amplio acoge al espacio antropológico que le es favorable y desde siempre se lo llama “amistad”. Variadas son las líneas genealógicas que confluyen en el despliegue moderno de la amistad, tal como la conocemos actualmente. Al ideal griego clásico se agrega el de la fraternidad revolucionaria. Uno y otro insistieron en la igualdad posicional y en la necesidad de “cuidar del otro”. Durante el siglo XX la amistad comenzó a trascender la relación interpersonal y devino una práctica social que se desplaza sobre espacios afectivos, políticos y económicos antes ocupados por la familia tradicional. Es un amparo contra la intemperie a la que el capitalismo somete a la población. La amistad supone ayuda mutua, económica, psicológica, reanimadora, incluso asesorial, y –eventualmente– política, convirtiéndose así en tónico y red fundante de la sociabilidad actual. Debe añadirse la amistad entre mujer y mujer, y entre hombre y mujer, a las que las transformaciones culturales de este siglo sumadas al desvanecimiento del “hogar” como espacio económico obligatorio, han propiciado como nunca antes. Cabe agregar la amistad entre homosexuales y mujeres, antes sostenida en la clandestinidad y el gueto y hoy expuesta abiertamente. Quizá también la amistad entre ex parejas. Todas estas formas de la amistad eran casi insignificantes en el siglo XIX o bien su radio de acción era muy limitado. Mucho más que los viajes al espacio o Internet, son estos formatos emotivos las grandes innovaciones que hay que colocar a beneficio de inventario del siglo XX.”
Ayuda mutua, cuidar del otro. Esos son los sostenes del vínculo amistoso. Reciprocidad, confianza, lealtad, sinceridad.
Ante la precariedad del mundo en que nos tocó vivir, que nos convierte casi en mercancías y cosas reemplazables, la amistad es un refugio y un límite al avance de esa lógica mercantil.
Bueno, no siempre… aunque quisiéramos, y por eso pensamos y militamos, muchas, tantísimas veces, desde la amistad que forjamos entre mujeres. Porque también es real que bajo el patriarcado que reina este mundo, las mujeres y los animales somos cosificadas para el uso y descarte del varón, y eso debe terminar. Otros vínculos son posibles, entre mujeres, entre hombres, entre hombres y mujeres, entre sin género, entre humanos y no humanos.
“Lo que hay que oponer a los planes de austeridad es otra idea de la vida, que consiste, por ejemplo, en compartir antes que en economizar, en conversar antes que en no soplar ninguna palabra, en luchar antes que en sufrir, en celebrar nuestras victorias antes que en defenderse de ellas, en entrar en contacto antes que en acabar en reservas. Sigue sin medirse la fuerza que ha dado a los movimientos indígenas del subcontinente americano el hecho de asumir el buen vivir como afirmación política.” [Comité invisible (autorxs colectivxs): “A nuestros amigos”]
El Hombre llegó a la luna, la pisoteó y puso la bandera del imperio, ahora los ricos gastan fortunas porque quieren ir a Marte. Ojalá se vayan! Nosotras y nosotres, lxs desviadxs y les animales, preferimos mirar al cielo juntes y disfrutar desde acá de todas las luces que ahí brillan, sin banderas, con un horizonte infinito y en común.
“No recular ante lo que una amistad ofrezca de político, jamás.” (Milena Caserola y Ludditas Sexxxuales, “Ética amatoria del deseo libertario”)