Florestanía es un cuerpo vivo, no es “nuestro”, es un espacio de reflexión colectivo y abierto a quién quiera hacerlo.
Nos movilizan las problemáticas territoriales y las organizaciones que luchan por defender la tierra ante los avances y avasallamientos del mercado.
Escribimos sobre biodiversidad, áreas protegidas, soberanía alimentaria, anti-especismo, ecofeminismo, prácticas de conservación de especies, colectivos ambientalistas, experiencias colectivas y autogestivas, hábitat social e impactos en la salud de la población, con un enfoque de derechos, recuperando múltiples saberes y los contextos históricos.
Por ello los escenarios son amplios: desde pequeños pueblos y comunidades alejadas de los centros urbanos, pasando por paisajes “aparentemente” prístinos, desolados o abandonados, hasta las distintas configuraciones de las ciudades (barrios cerrados, villas, asentamientos y conjuntos habitacionales), que dan cuenta de las formas de relacionarnos con el ambiente.
Nos interesa pensar la expresión política en todos esos espacios, sea en partidos políticos, acciones estatales, de organizaciones no gubernamentales, como en las prácticas de las asambleas de pueblos y barrios, movimientos indígenas y campesinos, sindicatos, cooperativas, entre otros.
Tratamos, así, cómo nos vinculamos con la Naturaleza, los animales y los demás humanos con los que compartimos territorios y significados, que cambian en todo momento.
Arte por Leyla Riva – @leylariva.arte
En las letras se condensa nuestro nombre, nuestras referencias y mundos.
Un yaguareté, un cururú, la humanidad, las plantas y la tierra fresca que nos conecta, el medio en que convivimos.