“Escribiendo sobre los pensamientos Amazónicos (cuyas relaciones con las plantas y el mundo viviente es radicalmente diferente al nuestro), Viveiros de Castro deja en claro que descolonizar significa aquí un esfuerzo “permanente” para desafiar y desestabilizar las relaciones jerárquicas entre “nuestro” pensamiento y el “pensamiento de los otros”. En este sentido, “no puede haber una descolonización definitiva, porque pensar en si mismo es un tipo de colonización”.
Teresa Castro –
“The mediated plant” En e-flux journal #102, septiembre 2019.
Estamos viviendo una era de incertidumbre y de paradojas.
Estamos viviendo una era de impotencia. Nos faltan herramientas para poder abordarla. No porque los problemas sean desmesurados sino, porque siempre nos sobrepasaron y es recién ahora que estamos aprendiendo a verlos.
Las soluciones propuestas por antropólogos, biólogos, etólogos y demás científicos que hoy día se escudan en la filosofía (ya no hay disciplina que alcance para el cruce de pensamientos), confluyen en lo que Eduardo Viveiros de Castro llamaría Perspectivismos múltiples, que confluye con lo que Donna Haraway, Isabelle Stengers y Vinciane Despret llamarían componer mundos-con en consonancia con una premisa de justicia reproductiva multiespecie.
No queda más que aceptar la cuarta castración, la consciencia de la inminente finitud de nuestra especie y de la incapacidad de “curar” al planeta herido, como dice Anna Tsing.
Quizás tratamos demasiado. Reformulo, quizás algunos tratamos demasiado, llegando a burn outs ecológicos, por ejemplo. Y la solución sea más simple. Todo tiene que permanecer en su escala, mantenerse humilde frente a lo que no sabemos, dejar de apoyarnos en las ciencias para que cotejen las realidades que nosotros mismos podemos ver. Considerar entre especies, borrando las diferencias inventadas de clase, jerarquías, cadenas alimenticias, poniendo en primer lugar sobre la mesa la voluntad de una continuidad. Sin caer el equívoco patriarcal de las soluciones, ni perpetuación de un estado-nación o capitalismo mortífero. Más bien abriéndonos a vínculos multiespecies, pluridisciplinarios, etológicos en el sentido deleuziano (pensando en la manera de vivir y morir en el planeta). Reitero, considerándonos. Reacciones afectivas frente al desencanto o la angustia producto de esa impotencia. Esta vez quizás no será por la vía del pensamiento. Esta vez, precisamos realmente des-modernizar y no postmodernizar lo que asumimos como Modernidad Racional. A no olvidar: Descartes se basa en sueños para crear luego matemáticamente un racionalismo filosófico.
Demos un paso atrás. ¿Cómo descolonizaríamos nuestro pensamiento sin pensar? Tendremos que re-aprender de nuestro cuerpo, del mundo, del mundo que nos circunda y del mundo que circundamos.
Sueños. Cuerpos.
Árboles que caen, que se escuchan entre sí, sin nosotros.
¿Qué nos hicimos?
Las herramientas quizás sean la unión, el encuentro, y los -con. No estamos en el planeta: somos parte de él, cual bacterias en el estómago no ayudando a digerir un mal plato.