Este film es como asistir a una experiencia onírica que despierta a quien la mire.
Casi no hay personas en la cinta y mucho menos hay diálogos. Pero entre el sonido indescifrable (para el oído humano) de muchas antenas, suena la voz clara y convencida de Buenaventura Durruti. Entre Japón, Europa y Tierra del Fuego, gatos, perros y personas conviven en una extraña alienación, donde los humanos parecen estar distantes de los no humanos, aunque siempre presentes en su mundo intentando domarlos y domesticarlos.
Con cierto aire al clásico de Cris Marker “Sans soleil”, este film es principalmente un viaje de imágenes y sonidos, donde los maullidos y ladridos se mezclan con los estruendos de los fuegos artificiales y la estática de las antenas y nuestros cerebros trabajan para hacer las conexiones más antojadizas. O quizá no tanto.
¿No será que la gran tragedia de la historia es que, en el proceso de domesticar animales, terminamos domesticados les humanes?
Arbitrario fue el vínculo entre el gato y el neoliberalismo macrista que hubo que soportar los últimos cuatro años. Si hay algo que festejar hoy, es que esa metáfora ya llegue a su fin. ¿Hay algo más libre y desobediente que un gato? Un animal del que no puede decirse que busque productividad alguna y al que jamás nadie vio, ni verá, explotar a otro animal.
Partiendo de avisos de animales perdidos, el realizador empezó a preguntarse qué había detrás de esos carteles redactados casi siempre en primera persona, qué clase de vínculo hay entre perros, gatos y humanes. Por qué en el medio aparecen las ideas libertarias ¿será que existe en todos nosotres (animales todes) un deseo de librarnos de ciertas ataduras que nos domestican y someten a dueños que no queremos tener?
Esta película no nos ofrece ninguna respuesta, pero nos ofrece miles de preguntas sobre nuestras vidas y la forma en que nos vinculamos con el mundo no humano. También nos lleva al pasado de la mano de les anarquistas revolucionarios que querían un mundo nuevo y otras formas solidarias y comunitarias de relacionarnos. Quizá ese sueño aún no esté perdido.
“Las ruinas no nos dan miedo. Sabemos que no vamos a heredar nada más que ruinas, porque la burguesía tratará de arruinar el mundo en la última fase de su historia. Pero -le repito- a nosotros no nos dan miedo las ruinas, porque llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones. Ese mundo está creciendo en este instante” Buenaventura Durruti.
Título original: Retrato de propietarios
Estreno: 10.10.2019
Clasificación: Apta para todo público
Dirección: Joaquín Maito
Guión: Joaquín Maito
Fotografía: Joaquín Maito
Montaje: Tatiana Mazú, Manuel Embalse
Producción: Joaquín Maito, Romina Beraldi
